lunes, 20 de abril de 2009

CAUSAS DE LA GUERRA CIVIL


La Guerra Civil ha sido el acontecimiento más traumático de nuestra historia contemporánea. Las responsabilidades sobre las causas de la guerra han evolucionado con la historiografía de los diferentes momentos históricos:
- 1940 Con el final de la guerra los vencedores acusan a la República de provocar el caos social y de forzar la intervención de los militares para salvaguardar el orden en el país.
- 1970 Con el concilio Vaticano II la Iglesia se aleja del régimen y adopta posiciones más conciliadoras y con la transición los partidos democráticos intentar evitar actitudes revanchistas, por lo que se reparten responsabilidades entre ambos bandos o se evita el debate.
- 1990 Superada la transición las nuevas corrientes historiográficas responsabilizan a los sublevados de la causa directa de la guerra
- 2000 La corriente de escritores revisionistas vuelve a las justificaciones iniciales del franquismo, mientras que las asociaciones por la recuperación de la memoria histórica reivindican el reconocimiento de las víctimas del franquismo.

La Guerra Civil es un conflicto enmarcado en la etapa de entreguerras. Al igual que la II Guerra Mundial enfrenta a algunos fascismos europeos (movimientos nacionalistas, antiparlamentarios y antirrevolucionarios) contra una alianza de los partidarios del sistema democrático y del movimiento obrero. El golpe de estado de los militares españoles se enmarca en una Europa en plena expansión de los fascismos y de los sistemas autoritarios durante los años 30, que recibe el apoyo de Hitler, Mussolini y Salazar.
La oligarquía española quiere recuperar el control sobre el estado, arrebatado por la república democrática, frenar los procesos abiertos de reforma social, sobre todo la reforma agraria, y borrar la amenaza anticapitalista que supone el fortalecimiento del movimiento obrero.
Algunos sectores de las clases medias, propietarios agrarios y urbanos y sectores de pensamiento tradicionalista y conservador se suman al miedo tanto contra la amenaza revolucionaria como contra una república laica que consideran que atenta contra la tradición católica española. Miedo que es agitado por la derecha desde la revolución de octubre del 34 y durante las elecciones de febrero del 36.
El ejército español tiene una tradición intervencionista que proviene del XIX. Desde la crisis finisecular la institución militar se había abrogado la defensa de la unidad de la patria, la monarquía y el orden social. La dictadura del Primo de Rivera ya había supuesto el primer ensayo para la toma del control del Estado por el Ejército. El general Mola, desde Navarra, dirigirá la conjura, en la que participan un gran número de altos cargos del estamento militar, en contacto con Falange y los carlistas.
La ocupación de fincas, la prolongación de la huelga de la construcción y la violencia de Falange y de milicianos de las organizaciones obreras provocan un clima de agitación de la opinión pública.
La ejecución del diputado de la ultraderecha José Calvo Sotelo por unos guardias de asalto, como represalia al asesinato del teniente Castillo, instructor de las milicias de las Juventudes Socialistas, sirve de excusa a los golpistas para desencadenar el golpe bajo el argumento de suspender temporalmente la legalidad republicana hasta restablecer el orden.

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