Tras la renuncia de Amadeo I en febrero de 1873 las Cortes se reúnen en una sola cámara y votan, ante la dificultad de buscar un nuevo candidato al trono y la extensión de los diputados republicanos, establecer la I República (1873-1874).
La república fue un periodo político muy agitado. En un solo año pasaron por ella cuatro presidentes (Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castelar) y hubo de hacer frente a numerosos problemas:
- La guerra de Cuba, que continuó pese a la propuesta de autonomía recogida por la constitución federal y la eliminación de la esclavitud.
- La guerra carlista en el norte, que lanzó una nueva ofensiva ante la debilidad del estado republicano.
- Internacionalmente sólo obtuvo el reconocimiento de los EEUU y de Suiza, ante el cariz conservador que toman todos los gobiernos europeos tras la sublevación de la comuna de París en 1871.
- En el verano de 1873, mientras se debate la constitución republicana federal, se produce un levantamiento cantonal, sobre todo en el sur y levante, que será rápidamente sofocado, salvo en el cantón de Cartagena, que se hace con el arsenal de la escuadra española y resistirá hasta 1874
- En Alcoy se produce un levantamiento, pero de carácter bakunista
- La I Internacional (AIT) aprovechará el clima de libertades para extender su organización a España, gracias a propagandistas como Fanelli y Lafargue, que organizarán la sección española de esta organización, lo que provoca el aumento de la agitación obrera y las huelgas, sobre todo en Cataluña.
- El campesinado andaluz identifica falsamente el republicanismo con el reparto de tierras y la reforma agraria, por lo que procede a la ocupación de fincas.
Los mismos republicanos se muestran divididos entre federalistas y unitarios. El triunfo de los primeros permite la redacción de la constitución de 1873, que establece la república federal, la plena división de poderes, la separación Iglesia-Estado y libertades sociales. Suprimen también las impopulares quintas.
Una moción de censura que buscaba la reprobación de Emilio Castelar hace que el general Pavía protagonice un asalto a las Cortes y de paso a la republica autoritaria del general Serrano.
El cansancio por la inestabilidad política y social del periodo permitió que los sectores más conservadores preparasen una restauración monárquica. Antonio Cánovas será el encargado de facilitarla. Mediante el Manifiesto de Sandhurts Alfonso, hijo de Isabel II, se muestra dispuesto a ocupar el trono. El pronunciamiento del General Martínez Campos en Sagunto en diciembre de 1874 permite poner fin al gobierno de Serrano y concluir el sexenio democrático.
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