La Restauración
Entendemos por sistema político de la Restauración el del periodo entre 1874, año el que finaliza del Sexenio Democrático, y 1923, año el que Primo de Rivera comienza su dictadura. Ocupa el reinado de Alfonso XII, la regencia de María Cristina y el de Alfonso XIII.
La vuelta de la dinastía borbónica se apoya en:
- El agotamiento del sexenio democrático debido a su inestabilidad política y a los conflictos que lo azotan (Guerra de Cuba, III Guerra Carlista, levantamiento cantonal, etc.)
- La presión por parte de la oligarquía dominante por recuperar el control político sobre el estado que poseía durante el reinado de Isabel II
- El giro hacia el conservadurismo de los países de Europa Occidental (Mac Mahon en Francia, Bismarck en Alemania, Reina Victoria en Reino Unido) tras la experiencia revolucionaria de la Comuna de París y la expansión de la I Internacional, que aísla al modelo democrático español.
- La propaganda realizada por Antonio Cánovas del Castillo a favor de la restauración de la monarquía en la figura de Alfonso XII, como rey que conciliase los valores tradicionales con el respeto a las instituciones liberales.
- El pronunciamiento a favor de Alfonso XII del General Martínez Campos en Sagunto, que apenas encuentra contestación.
Las Bases del Sistema
Cánovas es el diseñador del sistema, que se basa:
- En la restauración de los Borbones en la figura de Alfonso XII, a quien se presenta como un rey-soldado, respetuoso con la tradición liberal del XIX, defensor del orden y del catolicismo y vencedor del carlismo.
- En la constitución de 1876, que es una constitución moderada, pero que recoge elementos de la democrática del 69.
- En el turnismo en el poder entre el Partido Conservador, liderado por Cánovas, y el Partido Liberal, de Sagasta, que se alternan en el poder de modo sistemático desde el Pacto del Pardo, para evitar los enfrenamientos del periodo Isabelino y el recurso al pronunciamiento.
- Un sistema electoral que admite un sufragio universal masculino, pero con circunscripciones unipersonales que favorecen el bipartidismo.
- El control por parte de la oligarquía del sistema político, a través del control sobre el sistema electoral diseñado por Posada Herrera; social, mediante el control sobre el empleo público y del caciquismo en el medio rural; y económico, mediante una política proteccionista.
Los partidos del sistema
Cánovas crea el sistema bipartidista, según el modelo inglés. Se pone él al frente del Partido Conservador, heredero del Moderado, e invita a Sagasta a que haga lo propio al frente del Liberal, heredero del Progresista. Socialmente ambos partidos representan los intereses de grupos muy similares vinculados a la burguesía, si bien los conservadores están más relacionados con la oligarquía agraria y la defensa del clericalismo y de la tradición, mientras que el Liberal representa más a los defensores de la tradición liberal y la defensa del sufragio universal, las libertades y la separación iglesia-estado.
Su pactada alternancia en el poder permite avanzar en la legislación durante el periodo y evitar el recurso a la violencia.
Los partidos ajenos al sistema
Existen otros partidos ajenos al poder y que defienden un cambio en el sistema:
- El Partido Carlista. Actualiza su ideario con una defensa de la catolicidad del estado y del foralismo y relegando la defensa del legitimismo dinástico. Mantienen su feudo en Navarra.
- Los partidos republicanos. Herederos del liberalismo más puro, se presentan divididos. Tienen numerosos votantes entre la pequeña burguesía y el proletariado urbano, y obtienen mayorías en elecciones municipales en Madrid. Valencia, con una economía donde se está fortaleciendo la exportación de cítricos, también obtiene diputados republicanos.
- Los partidos nacionalistas como el PNV y Solidaridad Catalana. Ambas opciones surgen a raíz del fortalecimiento de sus burguesías, del renacimiento de la cultura popular en las sociedades industriales y del fortalecimiento de las políticas proteccionistas y nacionalistas desde 1885 en toda Europa.
o El PNV, fundado por Sabino Arana, tiene un ideario basado en la tradición, la religión, la raza y la cultura vasca, aunque acepta el liberalismo, a diferencia de los carlistas. Mantendrá una posición de confrontación con el gobierno del estado, de quien reclama la independencia.
o Solidaridad Catalana agrupa a los diversos grupos nacionalistas catalanes y logrará desbancar de Cataluña a los partidos del sistema. Defiende la creación de una mancomunidad catalana con un estatuto de autonomía propio. Su estrategia es la de la negociación con el Estado español.
- Las organizaciones obreras como el PSOE, fundado por Pablo Iglesias, que se convertirá en el primer partido de clase. También se organizan otros grupos obreros como Solidaridad Obrera, en Cataluña, UGT (sindicato socialista) o CNT (sindicato anarco-sindicalista)
- El Partido Republicano Radical surgirá de la mano de Lerroux a comienzos del XX en Cataluña, como opción de los sectores críticos con el sistema, pero también con el nacionalismo y los partidos de clase.
La crisis del sistema
El desarrollo de la segunda revolución industrial en España, el fortalecimiento de la conciencia de clase entre las clases populares y el distanciamiento entre los intereses de la nación y los de la oligarquía dominante llevaron a varias crisis que anunciaban la inviabilidad del sistema de la restauración:
- El pensamiento regeneracionista o finisecular. Costa o Almirall critican el sistema al que definen de oligárquico y caciquil y proponen un modelo de desarrollo basado en la regeneración democrática e institucional, en el impulso a la educación y a las obras públicas. La finalidad es salvar el retraso económico, social y político español con respecto a Europa y crear una sociedad moderna. Entre los partidos del sistema existirán regeneracionistas, pero la negación de la oligarquía a invertir frenará cualquier iniciativa de cambio.
- La crisis del 98. La pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas ante los norteamericanos pone de manifiesto la decrepitud política del país en el panorama internacional y supone un aldabonazo en la intelectualidad española.
- La Semana Trágica. El levantamiento popular en Barcelona en contra del llamamiento de reservistas para la Guerra de África, pone de manifiesto la injusticia del sistema de quintas, de las guerras coloniales y el ímpetu de una clase trabajadora, todavía desorganizada, frente al sistema.
- La crisis de 1917. En este año coinciden tres movimientos que muestran como el sistema está moribundo:
o Las Juntas de Defensa, organizaciones militares que defienden transformaciones dentro del ejército, pero también en el sistema político.
o La reunión de parlamentarios de Barcelona, entre los diputados ajenos a los dos partidos del sistema, en un intento de conseguir la convocatoria de unas cortes constituyentes que transformasen el sistema de la Restauración.
o La Huelga General. Convocada por UGT, tiene en principio un sentido de solidaridad con los tranviarios valencianos, pero pronto se muestra como la manifestación de la fortaleza del movimiento obrero.
- El sexenio bolchevique. Entre los años 1917 y 1923 el pistolerismo entre los pistoleros de la patronal y los de CNT se incrementó por la crisis económica que afecta a los trabajadores industriales tras la I Guerra Mundial.
- La Dictadura de Miguel Primo de Rivera. Supone el fin de un sistema que resulta inviable por la oposición que concentra en su contra y se convierte en la garantía para salvaguardar los intereses de la oligarquía tradicional.